Sopa de cebolla mano de santo

Le llamo “Sopa de Cebolla Mano de Santo” aunque bien podría llamarle “Holy Hand Onion Soup” para internacionalizar el tema. Pero no, porque me gusta el entorno rural y de proximidad 🙂 Sopa (bien calentita) que reconforta. Cebolla (como si no hubiera un mañana) que nos cuida y nos protege. Huevo (en su punto de clara y yema y de gallinas en libertad) que nos aporta grasas excelentes. Kuzu (que se ha convertido en mi espesante favorito) para estos momentos griposos y de estómagos delicados. Dime si no.

La verdad verdadera es que esta sopa tiene muy poco misterio y muy muchas propiedades maravillosas para convertir una cena en un manjar reconfortable y aliado de nuestra salud. Los propósitos del año seguro que se nos salen de la mochila: comer mejor, hacer más deporte, no enfadarme demasiado, respirar más aire puro, acostarme más temprano, madrugar un poco más, saludar al sol cada mañana, dejar de mirar el móvil, … ¡ay qué estrés! Soy de las que piensa que si queremos conseguir algo nos lo hemos de currar, y sólo así pasan los milagros. Pero currárnoslo desde el afecto, desde el autocuidado, desde la paz y la tranquilidad. Planificar bien nuestro objetivo, escoger y priorizar en lugar de pretender mil cambios en muy poco tiempo con resultados inmediatos. Sin estrés… y para todo ello esta sopa viene muy estupendamente. Te explico porqué…

  • CEBOLLA: tiene un compuesto llamado quercitina que inhibe factores proinflamatorios en nuestro cuerpo. La inflamación es una respuesta fisiológica normal de nuestro sistema de defensa a un tejido que se ha dañado; cuando el daño cesa (nuestros glóbulos blancos han hecho su trabajo) la inflamación también debería cesar. Sin embargo, si la inflamación se alarga en el tiempo (por estrés mantenido en el tiempo, por ejemplo), puede provocar daño al ADN y finalmente cáncer (personas con Colitis Ulcerosa o Enfermedad de Crohn tienen mayor riesgo de padecer cáncer de colon) La inflamación crónica es por lo tanto indeseable y la cebolla puede ayudarnos a inhibirla
  • HUEVO: el huevo es una maravilla, eso sí, el origen determinará su calidad (en este enlace te explico el código de los huevos) La evidencia científica actual dice que no hay relación entre el consumo de huevos y el riesgo de enfermedad cardio vascular (ECV) Podemos comer de 1 a 2 huevos al día con total tranquilidad si nuestra dieta está bien diseñada. Es más, es un alimento con proteína de alto valor biológico (completa) y con triptófanos que pueden hacer incremetar los valores de la hormona serotonina… ya sabéis.. la de la felicidad 🙂
  • KUZU: de esta raíz he hablado en un par de entradas anteriores. Os copio sus propiedades y beneficios: el 95% de su composición es un almidón resistente tipo 3, una fibra fermentable que adoran las bacterias buenas que habitan en nuestros intestinos. En cocina el KUZU vendría a sustituir a la “Maizena” (almidón de maíz) aunque los expertos indican que el resultado al utilizar Kuzu es mucho más fino y menos “terroso” que al utilizar Maizena… yo no lo sé, he utilizado muy pocas veces la Maizena en mi vida, así que sólo te puedo decir que con Kuzu la textura queda perfecta. Lo interesante de este ingrediente es que es ideal para mantener la salud de nuestra microbiota intestinal, que también se ve dañada por el estrés y los hábitos poco saludables que nos permitimos en Navidades

Maravilloso ¿a qué sí? Pues ya verás qué cena más sencillita
INGREDIENTES PARA 2 RACIONES BUENAS Y QUE SOBRE

  • 2 cebollas grandes ó 4 pequeñas
  • 1 vaso de vino blanco
  • 750 ml de caldo de verduras
  • 1 hoja de laurel
  • 1 rama de tomillo fresco
  • 2 piedrecitas de kuzu
  • 1 huevo por ración
  • AOVE
  • Orégano seco

ELABORACIÓN

  • En una olla calentamos un chorro de AOVE. Pelamos las cebollas y las partimos en juliana. Pochamos unos 20 minutos a fuego bajo
  • Incorporamos el vino y subimos el fuego hasta que se evapore el alcohol. Unos 10 minutos
  • Incorporamos el caldo, el laurel y el tomillo y dejamos cocer a fuego bajo 45 minutos
  • Pasado ese tiempo, disolvemos el kuzu en medio vaso de agua fría. Lo echamos en la olla y subimos el fuego para que la sopa hierva 4 minutos (de esta forma el kuzu realiza su efecto espesante) Retiramos del fuego y servimos en recipientes aptos para horno
  • Precalentamos el horno a 190ºC
  • Cascamos los huevos y separamos la clara de la yema. Ponemos una clara por ración/recipiente y dejamos 8 minutos al horno (con aire y gratinador) Verás que la clara se empieza a cuajar. Sacar del horno y poner la yema encima. Volver a meter al horno 3 minutos más para que la yema se quede en su punto. NOTA: si no quieres complicarte con el horno, puedes escalfar el huevo 3 minutos en agua hirviendo y servirlo encima de la sopa. Queda menos bonico pero rico igual 😉
  • Listo para servir con un poco de orégano seco por encima SOPA DE CEBOLLA

Si la pruebas me cuentas… mano de santo 🙂

Un abrazo cebollinos!
Raquel.

PD: aquí una entrada con una sopa muy parecida pero con mijo y tamari… más completa imposible

8 comentarios en “Sopa de cebolla mano de santo

    1. Cristina

      Hola! Yo lo he encontrado en una herboristeria, envasado. Era la primera vez, por lo que no se si se vende en otro fiormato.

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  1. TU FANgels

    Maravillosa!!
    Iba a preguntar lo mismo que tu hermana! Así que duda resuelta.
    Gracias por la receta!!!

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  2. Leire

    Si! También venden el kuzu en trocitos y compras los que quieras por peso. A la hora de echar a la comida, yo echo una piedrita. Feliz año nuevo!!!
    Y como siempre mil gracias Raquel 😊

    Responder

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