¡Pues sí! He decidido llamar a este manjar «El Caldo», con mayúsculas, porque se merece un nombre propio sin ninguna duda. Resulta que el otro día hablaba con mis hermanas de aquel caldico que hacía la yaya que le echaba patatas fritas… estaba riquísimo y mi madre nunca lo había hecho, y nosotras tampoco. Pregunté a mi madre si sabía hacerlo porque en la Libreta-Tesoro de mi abuela no está apuntada (es fácil, ya veréis, se la sabía de memoria seguro) y me la trajo apuntada de una de mis tías-abuelas, así que más feliz que una perdiz, el Domingo me dispuse a prepararlo ¿Y por qué el Domingo? Pues porque esta receta, a pesar de las patatas fritas 😉 tiene un ingrediente anticáncer poderosísimo: el tiempo. Nuestras abuelas no tendrían el conocimiento que podemos conseguir ahora de forma tan sencilla; estudios, libros, acceso a redes sociales, a blogs de nutrición, a expertos y sus conferencias, … sin embargo, tenían una sabiduría interna e innata, imagino que proveniente de su necesidad de supervivencia, que las hacía unas auténticas gurús en la materia. Y sobre todo, tenían (o hacían por tener) unos hábitos imprescindibles para preservar su salud:
- Tiempo para cocinar: los que habéis tenido el privilegio de tener abuelas, ¿dónde las encontrabais cuando ibais a verlas? Las mías siempre estaban en la cocina. Porque siempre estaban cocinando… a fuego lento… con calma… con cariño… consiguiendo lo mejor de cada plato
- Productos de proximidad: ellas siempre compraban en el mercado semanal, o en la tienda de al lado de casa, o en el cortijo de su vecino, … siempre productos de proximidad que no han sido alterados con un montón de conservantes para traerlos desde la otra parte del mundo
- Cocinaban cosas que conocían: lo que les daba la naturaleza. Raramente (¿nunca?) he visto a mis abuelas cocinar con salsas preparadas, comidas pre-congeladas, productos envasados … ellas eran las preparadoras de todo ingrediente que cayera en sus manos
- Menos carne y más legumbres: por cuestiones económicas, era más difícil acceder a un chuletón que a un plato de lentejas… ¡las proteínas de los pobres son una fuente inagotable de salud! Así que los potajes eran sus platos estrella
- Sin microondas y sin teflón: cocinaban en sus ollas de cerámica o barro y no utilizaban el microondas
Empeñada en recuperar sus costumbres, intento no modificar demasiado sus recetas. Así que ésta, en concreto, la hemos «clavao» Mientras se hacía el caldo olía a su casa… ¿el sabor? Un auténtico escándalo… al final las recetas escritas… al principio, mi transcripción 😉 Y recuerda… tómate tu tiempo para hacerla, sin ninguna prisa, el caldo se hace sólo, solo pide tiempo y fuego lento.
INGREDIENTES Y ELABORACIÓN:
- CALDO:
- Un trozo de gallina, un muslo de pollo sin piel, una carcasa de pollo y un trozo de jamón (bueno)
- Unas hojas de laurel
- Pimienta en grano
- 5 ó 6 ajos hermosos pelados
- Vino blanco
- En una olla ponemos todos los ingredientes con agua que los cubra bien, y dejamos a fuego lento durante 4 horas (sin miedo) Después lo cuelas para quitar la grasa y los tropezones, y ya tienes El Caldo listo
- ALBÓNDIGAS:
- El jamón y el pollo que hemos utilizado para el caldo
- Pan duro remojado en agua y escurrido
- Perejil bien picado
- Ajos picaditos
- Zumo de 1 limón
- 1 huevo
- Troceamos bien todos los ingredientes, batimos el huevo y lo mezclamos todo. Hacemos las bolas con las manos y las freímos en AOVE bien caliente
- PRESENTACIÓN FINAL:
Esta receta se deberia llamar «escándalo» porque es un escándalo lo buenisima que está. Con qué gusto nos comiamos el plato de caldo pepitoria que nos plantaba mi abuela!!! Qué dulces recuerdos!!!!
Raquel te ha faltado la foto del plato ya preparado 😉 pero no pasa nada, el próximo que hagamos lo dejamos plasmado.
Besos! Y gracias por conseguir esta fantástica receta. Muaks!
La foto está en la entrada principal, no? Ay qué rico!!!!!
Tal cual las albóndigas de mi abuela y por extensión las de mi madre!! Receta clavada!!
¿A qué están tremendas? La has probado con el caldo de pepitoria?? Un escándalo!!
Si, sí, cierto, esta la foto en la pag principal
La he añadido 😉
Me quedo loca con las pataticas fritas en remojo jijiji tiene una pintaaaaa😋
Jajaja!!!! Mi abuela era muy especial y siempre nos hacía caprichicos… bueno, y a ella que le encantaba. Está de rechupete!
Hola, soy una nueva seguidora de tu bloc. Es genial.
Te conozco de vista del pueblo.
Ahora estoy empezando con el tratamiento de quimioterapia, bueno, empiezo la semana que viene. Ya te iré preguntando. Muchas gracias por la información.
Bienvenida a mi rinconcillo Laura, y gracias por el mensaje!! Siento mucho que tengas que pasar por resto, pero verás como es más rápido y llevadero de lo que imaginas. Si te puedo ayudar, no dudes que lo haré. Un abrazo y super fuerza!!!
Muchas gracias.
Me gusta tu receta, me encana cocinar .. y de verdad con todo lo que esta ocurriendo en estos dias, los cambios
sobre nuestra forma de comer nos efectara mucho..
Tenemos que aprender a comer bien .. 😉 y lo mas importante
a preparar nuestros alimentos de la mejor forma .. continua publicando mas contenido como este..
jijiji somo muchos los que queremos mantenernos informados…
Muchos saludos desde Republica checa !
Muchísimas gracias!!! Desde la República Checa, me quedo loca 🙂 MIL GRACIAS por compartir conmigo, porque sin lectores no hay historias, así de simple. No le damos suficiente importancia al acto de ALIMENTARMOS y ES el ACTO por excelencia, sin él,,,, morimos, así de simple. En fin, seguiremos aprendiendo y divulgando 😉
Un abrazo!!