Pensaba esperar a hacer una cantidad semi-industrial para colgar la receta, pero llevo toda la semana relamiéndome con el botecito que me salió y he pensado que no podía esperar más. Lejos de ser esa la única razón, hoy va y sale en La Vanguardia un artículo que hablaba de las bondades de los frutos de otoño… ¡era una señal! ¡no hay duda! ¡aquí tenéis si no me creéis! La cosa reza así…
- CASTAÑAS: las castañas son probablemente el alimento más predilecto de la estación otoñal. Estos frutos secos, además de tener muy pocas calorías, gracias a su alto contenido en minerales e hidratos de carbono contienen propiedades vasculares y antiinflamatorias. Las castañas se pueden consumir asadas, crudas pero también en formato lácteo. La leche de castañas, que se vende en tiendas especializadas, es un manantial de fibra que facilita el tránstio intestinal
- SETAS: la humedad de la estación favorece el crecimiento de setas a lo largo de lugares con elevada vegetación y poca luz. Estos hongos destacan por su alto contenido en proteínas de valor biológico: es decir, más aminoácidos esenciales para el organismo. Además, las setas llevan consigo también una alta proporción de minerales como fósforo, hierro y potasio. Los hongos se convierten entonces en un enorme estimulante cerebral que también previene la anemia (y muchísimas otras propiedades que intenté resumir aquí 😉 )
Y la receta que sale riquísima es así de sencilla:
INGREDIENTES:
- Media cebolla
- 8 ó 9 castañas asadas
- Un buen puñado de setas –> he utilizado trompetas de la muerte que tenía deshidratadas. Las tuve en romojo un par de horas. No tires el caldo de la hidratación, lo utilizaremos para darle la textura deseada al paté (¿recuerdas la receta del arroz con setas deshidratadas? consistía en utilizar el agua de la hidratación y el sabor es todo un espectáculo – recordarla aquí – )
- Una cucharada sopera de levadura nutricional (no es indispensable, pero le da un toque a queso especialísimo)
- Una rama de tomillo fresco
- AOVE, una pizca de sal y de pimienta negra
ELABORACIÓN:
- Pasamos por agua las setas (para quitar la tierrilla que puedan tener) y las dejamos en agua un par de horas (si el agua está caliente, con 1 hora es suficiente)
- Pelamos las castañas asadas (yo las aso en una olla, haciéndoles una rajita y removiendo la olla contínuamente para que no se peguen… en 20 minutos están listas)
- Pelamos y troceamos la cebolla. Ponemos una sartén con AOVE y pochamos hasta que esté doradita/transparente
- Colamos las setas y reservamos el agua de la hidratación
- Añadimos las setas a la sartén y sofreímos junto con la cebolla (10 minutillos)
- Retiramos y echamos la cebolla+setas en el vaso de la Turmix
- Añadimos las castañas asadas, el tomillo, la levadura nutricional, la sal y la pimienta negra
- Trituramos bien y añadimos un poquito de agua de hidratación de las setas hasta que la textura quedé de paté de untar… ¡LISTO!
No sé cuánto tiempo aguanta porque a mí sólo me ha durado una semana 🙂 Pero es un lujo, queda genial con unas tostaditas, con unos crudités de zanahoria, incluso la puse encima del aguacate en la ensalada, a toquecitos, … he pensado en combinarla con una mermelada de calabaza… mmmm… ¿qué os parece? Voy a probar a ver.
Espero que os resulte tan deliciosa como a mí ¡Un abrazo trompetillas!
Este finde cae seguro!! GRACIAS!!!
Está de rechupete!!! Mmmm… con esos ingredientes no puede salir mal 😉
No paras!!! Yo también lo haré!!! Me encanta!!! 👏👏👏