En Navidad nos pasamos tres pueblos comiendo. Eso es así. Tenemos una cultura de celebración exageradamente relacionada con la opulencia… en comer, en beber, en regalar, … a lo grande todo. Ale. Como si no hubiera un mañana. Y entonces buscamos y leemos mil y un consejos para comer menos en Navidad, comer healthy en Navidad, hacer deporte en Navidad, tomar batidos detox en Navidad, compensar los excesos en Navidad, practicar Yoga en Navidad, no sentirnos culpables en Navidad … Y así hasta el día de los Reyes Magos. En bucle: nos pasamos, nos sentimos mal, compensamos, nos pasamos, nos sentimos mal, compensamos, nos pasamos, nos sentimos mal, compensamos. Tremendamente estresante.
Y me ha dado por pensar que en todo ese bucle sale poco el AGRADECER. Pero es que es normal. Estamos tan hiper conectados con todo el exterior que no tenemos tiempo de parar y conectar. Porque creo que si lo hiciéramos y observáramos lo que somos y lo que nos hace sentir bien, exageraríamos un poco menos, disfrutaríamos un poco más y agradeceríamos cada bocado o trago que nos echamos a la boca. Agradeceríamos tener con quien compartirlo. Agradeceríamos estar en un momento de salud que nos permite disfrutarlo. Eso debería ser la Navidad. O al menos eso recuerdo.
Estos días empiezo a añorar especialmente a mis abuelas. Ellas eran el pilar de mi Navidad. Nos hacían parar. Cocinaban pavo en salsa, una olla de pepitoria y unos chorizos de su matanza en la lumbre. Poco más. Eso sí, nos juntaban a todos. Y agradecían, agradecían por tener y poder disfrutar de cada alimento y de cada momento. Me muero de ganas de abrazarlas, pero ya no puedo. Así que ahora abrazo mucho a mis sobrinos para que ellos me recuerden así en Navidad. Sin tanta exageración y con más atención.
Mi única intención con esta entrada es llamar un poco a la calma. Si disfrutas comiendo saludable todo el año, practicando ejercicio, haciendo yoga, … en serio, las Navidades no tienen por qué ser diferentes. Al contrario, tendrás más cosas para disfrutar: compartir con más familia y amigos, cantar más, bailar más, reír más, besar más, … y si hay un poco más de comida, de azúcar o de alcohol del que tú hubieras escogido, seguro seguro que sabrás cómo hacerlo para que te siga sentando bien. Cree en ti y disfruta.
Soltado el rollo. Ahora… vamos a por la receta… ¡VEGANA! para tener opciones diferentes y no hacer sentir como auténticos extraños a los invitados que hayan decidido llevar una alimentación libre de animales 🙂 En mi casa eso todavía pasa mucho 🙁 Poquito a poco…
INGREDIENTES para 2 personas:
- PARA LA BOLOÑESA DE SOJA:
- 50 gramos de soja texturizada (en seco)
- 4 tomates secos
- 12 – 14 champiñones
- 2 tomates naturales hermosos y maduros (o tomate natural de bote)
- 1 vaso de vino blanco
- 1/2 cebolla
- Comino, pimienta negra, nuez moscada (todo molido), orégano seco y sal
- AOVE
- PARA LA BECHAMEL DE CALABACÍN:
- 2 calabacines
- 1 vaso de bebida de avena
- Pimienta negra, nuez moscada (todo molido) y sal
- 4 calabacines hermosos
- AOVE
ELABORACIÓN BOLOÑESA DE SOJA:
- Ponemos la soja y los tomates secos en remojo con agua natural (unos 20 minutos)
- Mientras tanto, picamos pequeñito y pochamos en AOVE 1/2 cebolla y los champiñones, hasta que la cebolla esté transparente
- Picamos el tomate natural y lo añadimos a la sartén junto con las especias. Dejamos hacer chup chup unos 10 minutos
- Escurrimos la soja y los tomates secos y los añadimos a la sartén
- Echamos el vino blanco y dejamos hacer chup chup unos 15 minutos. Y ya tendremos la boloñesa para el relleno (o para lo que se tercie)
ELABORACIÓN BECHAMEL DE CALABACÍN:
- Picamos super pequeñito 2 calabacines y los estrujamos para que suelten bien todo el agua (dentro de un paño por ejemplo)
- Picamos 1/2 cebolla y la pochamos en AOVE. Cuando esté doradita, añadimos los calabacines escurridos, un poco de nuez moscada y un poco de sal y pimienta negra. Hacer a fuego lento unos 10 minutos
- Añadimos la bebida vegetal y dejamos hacer chup chup otros 10 minutos, que se cueza bien el calabacín
- Lo trituramos para que quede una textura fina y lista
RELLENAMOS:
- Lavamos y laminamos a capas muy finas (con una mandolina es más fácil) los calabacines. Los pasamos por la sartén vuelta y vuelta
- Añadimos un par de cucharadas de bechamel a la boloñesa para que la textura quede más cremosa. Puedes pasar por la turmix un poco la boloñesa para que el relleno quede más fino
- Colocamos las tiras de calabacín, rellenamos con la boloñesa, enrollamos y echamos la bechamel por encima
- Ponemos unas nueces picadas y orégano seco por encima …. ¡LISTOS!
- Los puedes guardar en la nevera bien tapados y el día siguiente servirlos con un calentón previo en el horno o microondas
Si te ha gustado te invito a que eches un vistazo a un par de recetas anteriores que tienen cositas en común:
- Canelones de calabacín rellenos de bacalao: con imágenes gráficas para el canelón de calabacín
- Spaguettis con boloñesa de lentejas: otra opción de boloñesa vegana si prefieres las lentejas a la soja texturizada
UN ABRAZO FUERTE…. Y #keepcalmennavidad 🙂
Hola Raquel, muchas gracias de nuevo por compartir !!!! Yo no puedo comer soja, y he encontrado la proteina de guisante texturizada que la sustituye perfectamente…. la he probado y está buenísima. he buscado opiniones y comentarios sobre este producto pero no lo he encontrado….. lo conoces? Un besazo grande
Hola Verónica! Muchísimas gracias a ti por tu feedback 🙂 No he cocinado con ella, la buscaré e investigaremos si te parece. De momento, una alternativa buenísima y sencillísima es cambiar la soja texturizada por lentejas cocidas; como también añadimos nueces a los canelones, tenemos proteínas completas. Un abrazo fuerte!!
Eres un sol!!!
Le dijo el cuervo al grajo….. tú eres una heroína de los pies a la cabeza. Madraza, trabajadora, curranta, cariñosa, …. lo mío es sólo escribir. Te quiero.